Dimensiones celestes y profanas del barroco.

Durante cinco años escuché a mis compañeros de la carrera de canto decirme que les encantaba la limpieza y belleza de la música sacra en mi voz. Realmente no se si hay algún tipo de música en particular que me haya llevado a estudiar después de darme tantas vueltas en la vida, solo recuerdo cuando muy niña imaginarme haciendo de Carmen y cantando la Seguidilla de manera sensual. Creo que no hay nada más alejado de la música sacra que esa escena en particular de la ópera Carmen. En fin, soy una mujer cristiana, por lo que la música sacra tiene muchísimo sentido en mi vida y mi manera de ver las cosas, por lo cual, al final del día es una bendición maravillosa la de poder interpretar esa bella música con cierta soltura. La sensualidad queda para mi vida privada, porque Carmen no parece tener nada que ver conmigo, al menos, como cantante. Siendo así, y llegando ya al final de mis años de estudio de interpretación superior en canto, decidí hacer un concierto dedicado solo en su mitad a la música sacra del barroco. La música celestis, la música compuesta por Johan Sebastian Bach, Antonio Vivaldi, Giovanni Battista Pergolesi y George Frederich Händel. Increible, cada uno de estos maravillosos y gigantes compositores se merecen miles y miles de páginas escritas, pensamientos, deseos, sensaciones, estudios y un sin fin de etceteras, y sobretodo audiciones, ser escuchados por aquellos que estamos hoy y por los que estarán mañana. Cada uno de estos hombres, a su manera supo conectarse con lo divino, con Dios mismo, en sus composiciones. Supieron graficar para su público la palabra de Dios utilizando recursos exquisitos y repletos de genialidad.

La segunda parte del concierto se la dediqué a dos cantatas profanas, también barrocas, una de Pergolesi, llamada Orfeo, y otra de Händel llamada La Partenza.

Ya contaré porque la elección de cada una de ellas.

Cada una de las piezas que ejecuté ese día y que he cantado en el pasado tienen su propia historia y su propia vida, una vida por la cual yo solo he pasado por unos breves instantes, en este blog contaré (y quizás cantaré) algo de estas historias.