Día de la ira... (Requiem de guerra, tercera parte)
- Paz Leonora
- 30 sept 2015
- 4 Min. de lectura
El número más largo del requiem de guerra, y también el más entretenido en general en todos los requiems que me ha tocado cantar, es el Dies Irae, donde en general los compositores intentan mostrar la puerta del infierno abierta para todos los pecadores de este mundo (lease con espanto). En este caso, toma el texto en latín hasta el Lacrimosa donde se alcanza un punto máximo de tristeza por la perdida de vidas en la guerra, por el desconcierto que la muerte y la guerra provocan en las personas, por la incredulidad del momento. Es realmente conmovedor el sentimiento que desplega el tenor, que desesperado representa el horror y desolación de la muerte de quienes le acompañan.
Mientras el coro canta "En el día de las lágrimas, cuando el hombre resurja de las cenizas para ser juzgado, ten piedad de él" el tenor nos conmueve con la desesperación y desconcierto que le provoca la muerte de sus amigos diciendo:
"Ponedlo, ponedlo al sol...
Su dulce calor lo despertó siendo niño, allá en casa.
El sonido del viento siempre lo despertó,
incluso aquím en Francia...
hasta esta mañana, en medio de la nieve.
Si algo pudiese levantarlo ahora, el viejo y bondadoso solo lo sabría.
El sol despierta a las semillas....
Y enciende los rayos de una fría estrella.
¿son entonces estos fornidos miembros y esta carne, tensa y áun tibia...
tandíficiles de reanimar?
¿Para esto se irguió de la arcilla?
¿Qué hizo que los fatuos rayos del sol interrumpieran el sueño de la tierra?"
Pasando a otro tema, porque en realidad han pasado muchas cosas, la semana pasada fui presentada por nuestra querida inspectora, Patricia Herrera, al maestro Mathieu, quien me agradeció personalmente mi "guión", así que aproveché de preguntarle un poco de su inspiración y del sentido que guardaba la I y II guerra para él al ser Francés. Yo le explicaba que, por supuesto que aquí en latino américa estudiabamos las guerras, (vemos hartas películas también, y por lo que me cuentan los jugadores electronicos también se pueden culturizar por esa vía), y más o menos sabemos lo que ocurrió en ambas, pero al no tener parientes que hayan participado en ellas no nos da el mismo sentido que probablemente le da a un Europeo. El me contestó que le pasaba lo mismo con la dictadura, paralelo que me pareció de lo más interesante, con respecto a hacer sentido y memoria de las atrocidades del pasado en el presente y para los presentes. Me contó, también, una historia algo romántica y aventurera sobre su abuelo en la guerra, que apesar de no haber tenido la oportunidad de conocerlo, había influido en su persona. Me comentó que para la coreografía no había usada su historia personal, sino más bien las figuras de la guerra que todos conocemos, soldados, enfermeras, madres, amigos, etc.
Ayer estuvimos ensayando con el director de orquesta ucraniano, Leonid Grin, y entre los retos por no seguir la batuta como corresponde y otras indicaciones sobre el comportamiento y de por favot no hablar durante el ensayo, nos explico graficamente, que el ritmo era el corazón de la música y que si el corazón no funciona, terminaremos en el hospital o peor aún, muertos. No puedo más que estar en acuerdo con esto, es más dificil de lo que parece seguir el ritmo, ya que al fin de cuentas no resulta solo de la suma y corcheas, negras y silencios, sino que también de como se quiere decir ese ritmo, de la velocidad de ese ritmo, de la textura que se quiere conseguir con los instrumentos que ejecutan el ritmo, y ahí aparece, siendo bien simplista, el director, el que decide como interpretar lo que el compositor escribió, como hacer que una gran cantidad de personas sigan ese ritmo, ese corazón.
Una serie documental que me ayudo mucho para entender la música contemporanea, que igual me gustaba de antes, es la que conduce el director inglés Simon Rattle, en particular la segunda parte habla del ritmo, aprovecho de dejar el link con subtitulos.
Además buscando en internet más información sobre el Requiem de guerra, me encontré con una charla sobre dictada por David Lockington, aunque más bien habla de Britten, aquí va para los más interesados, sin subtitulos eso si.
Hoy entonces tuvimos nuestro primer encuentro con la orquesta, se pone cada día más emocionante el asunto, y también más díficil. Ellos puestos en la platea y el coro sobre el escenario, sin sillas, debido a una pequeña descoordinación, que se perdona y pasa a formar parte del anecdotario coral, como también cuando nos movimos al seguir las ordenes de nuestro director, algunos bronces de la orquesta comenzaron a hacer como ovejas, aludiendo a nuestro comportamiento de rebaño. Al fin de cuentas un coro eso es, pero creo que la orquesta también :D.
No fue fácil el ensayo, para nada, los tenores y los bajos están sufriendo un poco más de la cuenta con algunas notas y algunos ritmos, y bueno aún hay partes que de memoria, memoria no están. Si bien números donde podremos usar partitura, no es lo más recomendable, así que yo debo ponerle algo de trabajo al último número para ver si llega de memoria de aquí al viernes, cuando por fín estaremos ensayando coro, orquesta y ballet.

NOTA MENTAL: Creo que necesito recordar sacar mejores fotos durante los ensayos.
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