top of page

Offertorium (War Requiem, cuarta parte)

  • Paz Leonora Parra
  • 8 oct 2015
  • 4 Min. de lectura

La semana pasada fue una semana estresante, quizás no con ira como el post anterior decía, pero si con correr para todos lados y tratar de estar concentrada y pendiente en todas partes y funcionando al 100%. Además no soy la única, cada persona que participa en este proyecto tiene su propio mundo y sus compromisos durante el día, además el clima ha estado tan extraño, lluvias torrenciales, replicas de terremotos, inundaciones en otros lados del mundo, así está la cosa ¿no?. Pero aunque el apocalipsis se anuncie con tanto escandalo, la vida sigue y las ganas de cantar y hacer cosas también.

El offertorium es la parte más escalofriantes del war requiem, basta con leer el siguiente texto, correspondiente a lo que cantan los solistas para percibir el horror y el sin sentido de la muerte en la guerra. Es por lejos la parte del requiem que más impresiona por su texto y por la metafora horrenda sobre Europa que mata a todos sus hijos.

La parabola del viejo y el joven (Wilfred Owen)

Así Abraham se incorporó, tomó la leña y cargó con el fuego y la daga. Mientras ambos seguían su camino Isaac, su primogénito, habló y dijo: "Padre...mirad los preparativos, el fuego y el acero. Pero... ¿Dónde está el becerro para la ofrenda?" Entonces Abraham ató al joven con fajas y correas, y construyó trincheras a su alrededor. Y levantó la daga para matar a su hijo.Así Abraham se incorporó, tomó la leña y cargó con el fuego y la daga. Mientras ambos seguían su camino Isaac, su primogénito, habló y dijo: "Padre...mirad los preparativos, el fuego y el acero. Pero... ¿Dónde está el becerro para la ofrenda?" Entonces Abraham ató al joven con fajas y correas, y construyó trincheras a su alrededor. Y levantó la daga para matar a su hijo. Cuando, ¡He allí! Un ángel le llamó desde lo alto diciendo: "Que no caiga tu mano sobre el joven ni le causes daño alguno. ¡Mira!, un carnero enredado por sus cuernos en la maleza, ofrece el carnero del orgullo en su lugar. Pero el viejo no lo quiso así y mató a su hijo. Y con él, a la mitad de la semilla de Europa, una por una...

El coro repite dos veces el texto en latin :"Quam olim Abrahae promisisti,et semini ejus". (Como prometiste a Abraham y su descendencia) Lo que queda intercalado con el poema anterior. Además aparece el coro de niños al principio y luego mezclado con los solistas, cantando una melodía, que al menos para mi, quedaría perfecta en el fonde de una película de guerra de escenas atroces, ¿alguien por ahí sabe si se habrá usado? Tendré que averiguar.


La primera vez que se canta el "Quam olim Abrahae", es fuerte y declamado. La segunda vez es necesario dar dramatismo articulando o pronunciando con el ritmo las palabras de la mejor manera, sobretodo si se quiere que se entienda algo del texto en una tesitura grave, en particular para las sopranos. La indicación para la segunda vez, que nos dio el maestro David Del Pino años atrás es, cantar horrorizados y piano, y ¿de que otra manera se podría describir que finalmente sean enviados los hijos a la muerte?.


Mi amiga, Patricia Herrera, destacada soprano y ahora inspectora del coro, quien ha tenido que trabajar muchísimo en este montaje (creo que ya lo he mencionado), al preguntarle si podía usar la argolla de matrimonio, me contó que opinaba que sí, ya que su abuela, italiana, por cierto, la había usado hasta el día que la donó para la reconstrucción post guerra. Sus abuelos vivieron ambas guerras, los hombres de su familia fueron fusilados, mientras las mujeres se refugiaban bajo la casa, pero su abuelo se hizo el muerto y sobrevivió. No se como esto no podría ser horroroso. Por todo lo que pasaron en aquella época decidieron venir a América, primero pensaron en Argentina, pero un amigo de su abuelo le recomendó Chile, y se trajo a su señora y a su hijo y a su hija, la mamá de Patricia. Dejó aquí dos fotos hermosas, que Paty me dejó usar, de su abuela durante la primera guerra y de su abuela con su madre durante la segunda guerra.



Como comentaba antes, la semana pasada, ensayamos martes y jueves solos con orquesta. Me fascina la orquestación de Britten, los contrastes entre la orquesta grande y la orquesta pequeña, la ritmica que deben seguir los bronces, la dificultad en los vientos. Me encanta ver una obra donde la orquesta debe estar a tal extremo concentrada. La orquesta pequeña tiene unos pasajes de modernidad y belleza que son muy instructivos para quien quiera adentrarse en este tipo de música.

El viernes nos volvimos a reunir con el ballet, estabamos esperando ese momento, los tres elencos por fin en el mismo lugar, apenas vimos a la orquesta, seguiamos instrucciones de bailarines que hablan en distintas lenguas, que nos recordaban detrás de que cortina escondernos, por donde aparecer, por donde No aparecer, hacia donde mirar, que mini coreografía hacer. También escuchabamos pasajes que nos guiaban y otros que nos perdían, dejabamos de escuchar, a ratos no veiamos la mano del director en otros ratos el desfase era por decir lo menos descorazonador, pero se armaba, se armaba de a poco.


Esta semana es la gala, el viernes. Ayer (martes) fue nuestra primera pasada completa, y hoy y mañana también será así, mañana ensayo general con público invitado, nada menos. Y vamos perfeccionando partes, buscando como entrar en el Offertorium, en el sanctus, en el Libera me. Buscando como escuchar una campana que se escucha lejos, como un pueblo vecino, pero que nos lleva a comenzar una y otra vez esta bella aventura, con la que no solo tenemos la misión de honrar la música, sino también el pasado y los 70 años que llevan estos dos elencos trabajando en este país lejano. (Dejo aquí el afiche oficial, agregaron una función el 15)


PD: Esta entrada era para el miércoles, pero algunos problemas tecnológicos no lo permitieron.



Comments


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
bottom of page